ROGELIO RIESGO  
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El Mueble Regional
Arcón dauphinois.

Arcón, fechado en 1629, Alpes
Museo Dauphinois (Grenoble)

Cómo no sentir una cierta emoción ante el encanto y la estética de un mueble de estilo regional o popular, en marcado contraste con las rígidas normas establecidas dentro de los estilos llamados nobles, en los que formas y curvas, molduras, herrajes y ornamentación están necesariamente impuestas durante su ejecución por los dictados de una moda a fin de conseguir su distinción y su “pureza”.

Bolas cautivas. Obra del autor.

Si bien sus formas de base han sido los modelos y los estilos de los grandes ebanistas, estos se fueron elaborando según el gusto y la imaginación de los artesanos autóctonos y su resultado final, aunque pudo ser influenciado por algunos estilos, a menudo acabó siendo el fruto de una iniciativa personal, haciendo omisión o ignorando otras referencias que pudieran marcar la determinación de un estilo.

El mueble regional, es el resultado de un cúmulo de experiencias vividas por el artesano local, autodidacta, fino observador y obrero altamente cualificado. En el conjunto de su obra acabarán mezclándose a la vez su sentido de región, su carácter, su destreza y el reflejo de sus observaciones que a menudo sorprenden con esas formidables composiciones llenas de frescura y de sencillez.

Difícilmente se puede percibir tan netamente como en el mueble popular esa noción de dedicación íntima a la ejecución de una obra. El artesano, liberado de reglas e imposiciones dictadas por una moda o una tendencia, emprende su tarea dejando volar su imaginación evocando obras y recuerdos anteriores, improvisando a menudo y personalizando siempre sus composiciones con la aportación de su arraigo folclórico y costumbrista, hasta lograr un resultado final que será ese trabajo espontáneo y original, el cual, por no estar ni programado ni sujeto a ninguna norma será único e irrepetible.

Entre el respeto a los criterios que definen un estilo y la visión o perspectiva mostrada por un artesano de provincia capaz de realizar una obra de genial sencillez, se encuentran la ingente producción de obras que el tiempo, los usos y la sensibilidad humana se encargan de juzgar y descartar, creando así ese ambiguo límite que selecciona las obras que deben perdurar en el tiempo.

La producción de muebles de estas características alcanzó gran auge en épocas anteriores, como en los siglos XVIII, XIX y el primer cuarto del XX, donde se realizaron verdaderas obras de arte.

En países como Francia, Inglaterra e Italia, el mueble popular alcanzó niveles de altísima calidad, llegando a constituir verdaderos estilos que por sus particularidades y características, llegaron a ser identificativos de cada una de sus diferentes regiones.

Aparador de estilo provenzal francés. Dibujo y obra del autor.

Aparador de estilo provenzal francés
Dibujo y obra del autor

En España, destacaron las provincias de Cataluña y Andalucía con una producción más representativa de su región. El mueble popular, dicho castellano está más caracterizado por las influencias del ámbito renacentista aunque por la extensión geográfica que engloba, se considere menos identificativo.

Las visitas a museos etnográficos donde se encuentran expuestos muebles y utensilios de estilo popular, con su tipología de formas y ornamentaciones, son una verdadera fuente de ideas y de información para aquellos que se interesen por el estudio, el conocimiento y las peculiaridades del mueble de estilo regional o popular.

Más tarde y con los progresos de la mecanización, los transportes y las comunicaciones, se fueron unificando los estilos que antes se diferenciaban por países, regiones y provincias, hasta llegar a lo que se conoce actualmente con el nombre casi genérico de “muebles de estilo rústico”.

 
Motivo geométrico. Obra del autor.
 
Motivo geométrico (obra del autor)

Este mueble, que por su mezcla de formas, estilos y ornamentación, es imposible de situar ni artística ni geográficamente, que está despersonalizado en sus formas y en su concepción, se encuentra actualmente inmerso en un período de franca decadencia. A esto se añade además, la baja calidad de los materiales empleados en su construcción.

A pesar de la puesta en marcha de ciertos programas de formación y de recuperación de antiguos oficios, de rehabilitación del patrimonio étnico y por imperativos de orden económico, la fabricación de muebles de esta naturaleza parece estar comprometida de una manera irreversible.

Con esta forma de progreso, dentro de pocos años posiblemente se perderán en el tiempo el carácter y los métodos de trabajo de aquellos artesanos que, aunque autodidactas y con la sola ayuda de su amor al oficio, legaron a las generaciones venideras obras de artesanía de incalculable valor etnográfico.

Será pues, misión de los conservadores de este patrimonio, explicar a las generaciones venideras, su significado y lo que estas obras representan, una vez más, como un fiel reflejo del carácter, las costumbres y creencias, su localización geográfica, la sociología y el modo de vida de los habitantes en el medio rural.

Zócalo provenzal.

 

 

    La Talla ornamental en Madera por Rogelio Riesgo Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.