ROGELIO RIESGO  
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Las herramientas de corte

Así se denominan todas aquellas que soportan un afilado, ya sean formones, gubias, cuchillas, terrajas, etc. Son, ciertamente la parte más importante del utillaje del tallista, pues de su buen estado y de su corte dependerán unos resultados que tendrán una relación directa con el aspecto que puede presentar una obra terminada.

Estas herramientas, por su afilado y la calidad de su acero, son muy frágiles y algunas de ellas se rompen con relativa facilidad fuera de su función habitual. Conviene pues, no forzarlas inútilmente ni utilizarlas en trabajos para los que no están adecuadas.

Las gubias

 
Gubias.

Hay que citar en primer término las gubias y formones, de las que existe una gran variedad. Las gubias, en general tienen mangos de sección octogonal al objeto de tenerlas más cómodamente en mano; estos, están elaborados por el propio tallista según sus gustos y medidas y suelen ser de maderas muy variadas y con tintes y barnices de diferentes colores para diferenciarlos más fácilmente.

Las gubias se presentan colocadas encima del banco, con el corte mirando hacia sí, lo que permite identificarlas rápidamente bien por su forma o por el color de su mango.

Los diferentes tipos de gubias, parten de una forma plana, formón, pasando por la gubia plana, semi-plana, media caña, cañón, buril o de esquina y punta corriente o pata de cabra. Entran luego una serie de gubias especiales como los llamados codillos y contra-codillos, que aunque con formas diferentes, tienen el mismo perfil y permiten la ejecución de cortes en huecos de difícil acceso.

Son de citar también las gubias en forma de espátula. También existen otras gubias con perfiles especiales, aunque de uso muy limitado, como la gubia de esquina con alas curvadas, la gubia en forma de "S" o la de doble ángulo ; estas formas, son el resultado de adaptaciones realizadas en herramientas dedicadas a la talla de piezas en serie y en la actualidad, se encuentran prácticamente en desuso.

Algunas formas básicas de gubias.
Algunas formas básicas de gubias

Cada una de estas formas, corresponde a una sección de circunferencia llamada paso, con una gama de anchos que van, según ciertos tipos, desde 2 a 40 mm.

Forma y sección del mango octogonal.
Forma y sección del mango octogonal

Con este abanico de pasos y de anchos, se llegaría fácilmente a un juego de gubias que podría alcanzar la cantidad de doscientas cincuenta piezas.

Esto no es en ningún modo necesario, puesto que con unas cincuenta gubias bien escogidas, se pueden ya hacer trabajos de importancia sin necesidad de herramientas especiales.

El gráfico de perfiles

Existe con cada marca de gubias de tallista, lo que se llama un gráfico de perfiles, en la que están impresos todos los pasos y anchos de las gubias. Este gráfico consta de un número de serie, según la curvatura de la gubia, (paso) con la indicación de su ancho en milímetros. Con la ayuda de este y los consejos de una persona del oficio se irán adquiriendo poco a poco las herramientas necesarias, sin caer en ese error tan común que consiste en comprar estuches con lotes de gubias, que a menudo contienen herramientas inútiles que no se emplearán nunca, o en contadas ocasiones.

Gráfico de perfiles.
Gráfico de perfiles

Las cuchillas

Esta herramienta, aparte de las que se encuentran normalmente en el comercio, está fabricada frecuentemente por el propio tallista, con la finalidad de adaptarla a formas y anchos especiales como pueden ser fondos de talla, molduras, etc. Se trata de una lámina de acero, ( un trozo de sierra de cinta) afilada de plano por los cantos, a la que se le saca un filo o rebaba por medio de una chaira, (lima de triángulo pulida a la muela.) Se utiliza para pulir superficies más o menos planas después de un desbaste y siempre quitando un mínimo de madera. Algunas de estas cuchillas están dotadas de un mango para facilitar su manejo.

La terraja

Se denomina así a una herramienta compuesta por una base de madera dura, (medidas aproximadas: 250 x 60 x 20) en cuyo centro va insertada una cuchilla de perfil plano, fijada por una cuña. Esta cuchilla, regulada su profundidad y apoyándose en la parte alta de una superficie de trabajo, sirve para nivelar los fondos de talla que han sido desbastados anteriormente. Existe otra muy similar que permite la ejecución de molduras de poco relieve.

Dos modelos de terrajas.
Dos modelos de terrajas

La utilidad de estas herramientas es puramente ocasional, ya que su uso quedó muy reducido desde la existencia de máquinas portátiles que facilitan esta labor.

Las escofinas

Las escofinas se presentan con un formato parecido al de una lima con diferentes gruesos de diente, (fino, normal y basto), más que cortar, rae y desgasta la madera. Esto ayuda a modelar formas de relieve importante y ciertas figuras que ya han sido desbastadas y también para retocar la continuidad de algunas curvas. También existe un juego de pequeñas escofinas con diferentes perfiles y formas muy útiles para la talla y la escultura, con las cuales se trabaja en lugares de difícil acceso para las gubias.

Escofinas.

Mantenimiento y limpieza

Diferentes condiciones atmosféricas como por ejemplo, la humedad o el clima marítimo, crean un serio problema de mantenimiento para las herramientas ya sean de corte, auxiliares o de sujeción.

A menudo, herramientas que pasan cierto tiempo sin ser utilizadas, presentan un lamentable aspecto de deterioro a causa de la oxidación y que dificultan su manejo y la ejecución de un trabajo en condiciones favorables.

Para impedir la formación de óxido en las herramientas se utiliza una grasa llamada grasa de armas. Esta no encontrándose fácilmente comercializada, se puede elaborar sin gran dificultad y de la manera siguiente:

Grasa especial para limpieza y conservación

Se funden en un recipiente y a fuego suave, 125 gr. de grasa de oveja. Una vez derretida, se cuela en caliente, con un trozo de lienzo para suprimir las impurezas y se vierte en un tarro de cristal, donde se le añaden 250 gr. de aceite de oliva. Se revuelve todo para homogeneizarlo y así se obtiene, una vez fría, una especie de pomada blanca preparada para su empleo que conviene tapar para preservarla del polvo.

De vez en cuando, se frota la parte metálica de las gubias y formones con un trozo de tela impregnado en esta pomada; esta se limpia ligeramente para quitar el excedente de grasa, impidiendo así que la humedad ambiente o la posible transpiración de las manos dejen paso a la oxidación.

Doc. Raguenet.
Doc. Raguenet

 

 La Talla ornamental en Madera por Rogelio Riesgo Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.