ROGELIO RIESGO  
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El dibujo

Nada es como es, sino como se recuerda.
R. del Valle-Inclán (1866-1936)

Dibujo geométrico y de ornamentación

 

Dibujo del autor.
 
Dibujo del autor

El objetivo de alcanzar un alto nivel de competencia profesional en la talla en madera, lleva implícita la necesidad de adquirir un perfecto dominio del manejo de las herramientas y del corte de la madera y lleva también en paralelo, la exigencia sin duda más importante e indispensable: el dibujo geométrico y el dibujo de ornamentación.

El dibujo, figurará siempre como principio y como base de cualquier obra de talla. Desde la idea inicial que será traducida a un croquis, afinado en sus detalles por un dibujo definitivo, hasta la terminación de cualquier obra, el dibujo intervendrá a cada vez en todas sus facetas y el tallista obtendrá con su práctica, que será constante, uno de sus principales signos de identificación al lograr la expresión de esta idea.

Este oficio pues, no puede ser calificado únicamente como una habilidad manual adquirida a lo largo de un proceso de formación; esta facilidad expresiva sólo tendrá su verdadero valor si se pone al servicio de un pensamiento, de una idea, que sólo un dibujo bien estudiado y de análisis ayudará a materializar durante el proceso de su realización.

Necesariamente habrá que familiarizarse con sus técnicas y también con su lenguaje para su puesta en práctica y aplicación sobre cualquier trabajo emprendido, aunque algunas de las obras, por su aparente simplicidad, no presenten, a primera vista, grandes dificultades en cuanto a su realización.

  Dibujo del autor.
 
Dibujo del autor

Los primeros pasos en esta disciplina y desde el comienzo del aprendizaje, serán de iniciación a los principios fundamentales de la geometría.1

La Geometría constituye la parte más esencial del dibujo y establece la estructura básica de cualquier proyecto o iniciativa gráfica. Se deberá aprender a obtener los elementos lineales que estructuren las figuras, la división de ángulos, la determinación de las formas poligonales,2 así como las composiciones de polígonos estrellados, cuya aplicación en el diseño ornamental es de tanta utilidad.

Son asimismo de gran ayuda las combinaciones obtenidas por medio de líneas auxiliares formando redes, que permiten con sutrazado la creación de diversos motivos ornamentales. Los artistas árabes y celtas, entre otros, dejaron ejemplares de sus extraordinarias composiciones en innumerables monumentos y documentación.

Estos fundamentos, compondrán la parte esencial de un programa de ejercicios, que constituirá la base de la futura formación. El estudio de un tratado de geometría plana será igualmente de gran utilidad en la primera fase de esta formación, en la que también tienen una especial importancia, al menos, unos conocimientos básicos de perspectiva, así como la interpretación de planos y escalas, lo que permitirá, en el momento de realizar una composición, efectuar la colocación de objetos o figuras en el espacio de una manera más racional.

Composición geométrica.
 
Composición geométrica

La incidencia de la geometría sobre el dibujo ornamental tiene como ya se ha dicho, una gran importancia; las figuras geométricas canalizan en gran medida la composición artística; el equilibrio alcanzado en buen número de obras, reside sin duda en la relación existente entre planos y relieves, determinados por líneas de composición estructurados por figuras geométricas que a primera vista no se perciben, pero que proporcionan a la obra su ritmo y su fuerza expresiva.

¿Quién no se ha visto sorprendido y admirado ante una obra, algunas veces con aparente sencillez en su realización, que inexplicablemente llega a producir una honda emoción estética?3

En la mayoría de los casos, este es un signo inequívoco de una creación artística con unas líneas generales dotadas de un ritmo y de un equilibrio que se aplicó adecuadamente en su composición.

Aunque muchos artistas han logrado magníficas obras llenas de ritmo y de armonía de una manera genial y posiblemente instintiva, se deberán estudiar todos los significados y los sentimientos que las líneas puedan sugerir. Las líneas y figuras geométricas poseen un lenguaje particular, con lo cual, cada una de ellas tiene en sí la cualidad de modificar o de reforzar la expresión y la estética de una composición.

“Por ejemplo, si una línea recta transmite la idea de fuerza y rigidez, las líneas curvas, pueden expresar gracia, ritmo; a la vez que el movimiento y la abundancia; la horizontal refuerza el sentimiento de calma y estabilidad y la vertical afirma la noción de elevación y espiritualidad”.4

Una sucesión de líneas rectas en posición horizontal, acentúa la sensación de quietud, calma y de serenidad.

Si entre un conjunto de verticales sobresale una más elevada, ésta agudiza la idea de elevación espiritual. La línea inclinada crea un sentimiento de inestabilidad si otra línea, en oposición, no la compensa.

Varias líneas entrecruzadas producen efecto de agresividad.

Asimismo, estas líneas conforman figuras geométricas, como triángulos, cuadrados, pirámides y círculos, que a menudo se integran en una composición y con las que se logra reforzar la expresividad.

Fauno. Dibujo de un documento antiguo.
Fauno. Dibujo de un documento antiguo.

Una de las figuras geométricas que procuran una gran sensación de firmeza y de estabilidad, es el ángulo recto. Este da consistencia y equilibrio a una composición. El cuadrado, por ser una figura compuesta de ángulos rectos, también ha sido utilizado en muchas obras de arte en todas las épocas, colocándola de forma que tenga como base uno de sus lados.

La utilización de estas líneas y figuras estará siempre sujeta a apreciaciones que el autor juzgará necesarias al componer una obra cualquiera. Para la puesta en práctica de estos conceptos, será importante sin embargo, huir de una exagerada aplicación del trazado geométrico en una composición, al objeto de no transmitir a la obra la frialdad de una construcción excesivamente basada en criterios o en cálculos geométricos.

Sabiendo que cada línea sugiere una idea y que cada composición acabará tomando el carácter de sus líneas y figuras dominantes, en el dibujo, el exceso de simetrías y de exactitud geométrica tenderá a transmitir a la obra una sensación de rigidez y falta de vida.

Aún con la ayuda razonada de líneas auxiliares, la espontaneidad de la idea inicial será siempre tenida en cuenta y deberá primar en su concepción.

Dibujo del autor.
Dibujo del autor

Es sumamente interesante el estudio atento de los principales contenidos de este capítulo en las visitas a museos, catedrales, monumentos y cualquier otra manifestación artística; detenerse ante obras maestras cuya composición haya sido objeto del comentario de un guía, una persona experta, o bien practicando, al tratar de extraer uno mismo las líneas básicas que entraron en su composición.

Estos lugares y estas obras, son una fuente inagotable de datos que la mente memoriza y que constituyen gran parte de un enriquecimiento cultural. Cada civilización o pueblo, por medio de sus expresiones artísticas, han dejado testimonios de su cultura y el estudio y comprensión de sus estilos, de sus técnicas y las particularidades de sus obras, constituirá una formación artística cuya amalgama de conocimientos se traducirá más tarde, con esta aportación didáctica, en obras de calidad y reflejo de una personalidad forjada culturalmente.

Estudio de líneas Art Nouveau.
 
Estudio de líneas, estilo Modernista
Dibujo del autor

Con la progresión del aprendizaje llegan las primeras prácticas de dibujo ornamental. Se inician los primeros ejercicios y se establece un paralelismo entre la transposición del motivo a la madera y su ejecución manual, comenzando aquí, los principios de esa asimilación tan necesaria que permitirán al alumno durante su aprendizaje de la talla en madera, efectuar una lectura de síntesis entre un dibujo de línea y su traducción concreta a volúmenes.

Se llega a la etapa de "pensar en tres dimensiones" en el momento de crear un dibujo de análisis final que permita familiarizarse con sus formas y volúmenes.

Aprender a trasladar al papel lo más fielmente que se pueda las imágenes retenidas en la memoria visual, así como variaciones sobre temas de estas imágenes, servirá sin duda como experiencia para futuras composiciones.

Ejercitarse en la técnica del ornamento aplicado, dosificando los motivos de talla en espacios concretos, es quizás, otra de las dificultades encontradas es esta práctica, en la que frecuentemente se peca por un abigarrado exceso o bien por defecto.

Evidentemente, lo que en un texto explicado da una apariencia de relativa facilidad, en la práctica requiere el esfuerzo y la voluntad para conseguirlo en un tiempo razonable.

Un factor importantísimo en todo el recorrido del aprendizaje, será el de perseverar. La constancia ante las inevitables dificultades que sin duda se presentarán; Es esa cualidad esencial que ha de poseer aquel que ambiciona una meta; esa capacidad de tesón, garantizará sin duda un elevadísimo porcentaje de las posibilidades de éxito.

Los comienzos del dibujo ornamental no necesitan complicaciones excesivas, en cualquier caso es muy útil la realización de esquemas preparatorios que a modo de figuras geométricas rodean y encajan el motivo a dibujar; esto, además de algunas líneas auxiliares como horizontales y verticales que lo dividan, ayudarán a proporcionarlo convenientemente.

Dentro de las formas naturales se elegirán los temas o motivos simples, como la forma más primaria de una hoja o el desarrollo de las líneas que la conforman, lo que constituirá materia de estudio para realizar variaciones sobre su recorte y sus formas.

Dibujo del autor (de un tablero del Palacio de Versalles).
Dibujo del autor (de un tablero del Palacio de Versalles)

La hoja de acanto

Hoja de acanto natural.
 

Cuando se aborda el tema de la ornamentación, imperativamente se hace alusión a la hoja de acanto (Acanthus mollis). Este vegetal, conocido desde la Antigüedad, es el que ofreció a los creadores el más rico y noble ornamento de la historia.

Es una planta decorativa, que crece en toda la cuenca mediterránea, cuyas grandes hojas de un verde intenso, poseen hermosas formas y contornos. Según Vitrubio,5 fue un escultor ateniense, Calímaco, el que se inspiró por primera vez en ella para esculpir sus capiteles corintios. Desde esa época, sus formas y su dibujo se interpretaron de todas las maneras imaginables en acuerdo con la diversidad de los estilos y así perduran a través de los siglos.

Como regla general se tendrá en cuenta al dibujarlas, que todas las formas de hojas, bien sean redondeadas, lanceoladas o lobuladas, tienen en común su nervio central en el que convergen, por su desarrollo, sus nervios secundarios y los recortes de su contorno.

En el dibujo ornamental, la elegancia y el ritmo de un dibujo, parten de este imperativo que sin estar visible a veces, muestra el desarrollo de un conjunto de hojas de una manera coherente.

Evolución del trazado de una hoja simple.
Evolución del trazado de una hoja simple

Por otra parte y partiendo de una hoja simple, se van formando divisiones de lóbulos, cada uno con su nervio central, que parten lógicamente de la base de la hoja y cada vez más cerca del nervio principal.

A medida que la hoja se va dividiendo en porciones, cada una de estas disminuye proporcionalmente por el efecto del crecimiento. En realidad y con la práctica del dibujo, esta regla se aplica por lógica, aunque se sabe que el crecimiento de las plantas está regido por el número de oro o por la relación de 3/5.

En la ilustración anterior, se muestra como ejemplo la evolución, desde una forma simple de hoja, hasta lograr siempre dependiendo de un nervio central, una diversificación de sus formas.

  Hojas de acanto, Medieval y Renacimiento. (Doc. Raguenet).
 

Hojas de acanto, Medieval y Renacimiento. (Doc. Raguenet)

Cualquier forma vegetal se presta a ser interpretada de esta manera y los ejemplos son innumerables en la naturaleza. La consulta de una obra como la extraordinaria colección de fotografías de Karl Blossfeldt,6 estudiando el proceso de crecimiento de diversos vegetales, será una verdadera fuente de ideas para realizar ejercicios y variaciones.

Se procurará evitar desde un principio cualquier forma de copia formal, intentando poner siempre en la creación de un dibujo ese grano de arena personal indispensable, ese signo de identidad y de autenticidad que serán más tarde la afirmación más positiva del objetivo fijado.

Oscar Wilde dijo: “El Arte empieza donde la imitación acaba”.7

Sólo la práctica ayudará a conseguir una visión justa y el dominio necesario para dedicarlos al estudio del dibujo ornamental, interpretando esta disciplina como una base esencial para el ejercicio de la talla en madera.

Los progresos se irán manifestando por etapas sucesivas y poco a poco el capital creativo que se irá acumulando, fluirá en la realización de obras hasta aquí insospechadas. Sobre todo, si se les consagra todo la pasión de la que se es capaz, sin desmayar nunca y desarrollando siempre con sinceridad las ideas personales que vayan germinando.

La sinceridad es, por esencia, una de las bases de la originalidad.

División de una circunferencia en cualquier número de partes

División de una circunferencia en cualquier número de partes.

Se traza una circunferencia y los diámetros perpendiculares AB y CD de esta circunferencia.

Se divide el diámetro AB en el mismo número de partes en las que se ha de dividir la circunferencia; en este caso, siete.

Haciendo centro en A y en B se trazan dos arcos de circunferencia con un radio igual a AB que se cortan en D.

Desde el punto D y pasando por la división 2 se prolonga una recta que al cortar la circunferencia en el punto M, da como resultado el arco MA, que determina la séptima parte de la circunferencia.

Cualquiera que sea el número de partes en que se divida la circunferencia, la recta DM siempre deberá pasar por el punto 2 de la división.

NOTAS

1. Obras de gran interés didáctico: Alberto Commelerán,: Tratado elemental de dibujo, (Geometría), Madrid, Ed. Hernando, S. A. 1954. 172p;. Vicente Collado Sánchez-Capuchino,: Geometría gráfica, Madrid, Ed. Tebas Flores, 1987. 176 p.
2.
Véase ilustración en fin de capítulo.
3. Emilio Freixas Aranguren, (1899-1976) Famoso dibujante y pedagogo catalán. Lecciones de dibujo artístico. (2ª Parte) Ed. Sucesor de E. Mesgguer. Barcelona. 1947.
4. Id. anterior.
5. Marco Vitrubio (siglo I a. C.) Escritor y arquitecto romano.
6. Karl Blossfeldt, (1865-1932) Famoso biólogo y fotógrafo alemán, autor de las obras: Formas originales del arte, El jardín maravilloso de la naturaleza y Prodigios de la naturaleza. Recopiladas por Hans Christian Adam. Colonia.
Ed. Benedikt Taschen. 1999. 360 p.
7. Oscar Wilde, Dublín (1854–1900) Famoso escritor y poeta británico.

Gran motivo de estilo Renacimiento italiano.

  La Talla ornamental en Madera por Rogelio Riesgo Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.